No me lo creo. No es el final de Black Sabbath, ni su última gira.
Claro que también predije que “jamás” Axel Rose sería el cantante de AC/DC. Todo era un montaje y las famosas fotos estaban trucadas. Efectivamente, ahora debo un almuerzo, que pagaré con mucho gusto por otra parte, a la parroquia de amigos que escuchaban atentamente y con una sonrisa mis exabruptos sobre el cantante de Guns and Roses.
Pero como lo peor que me puede pasar es que tenga que comprarle a mis secuaces metaleros una botella con D.O. Sierras de Málaga voy a hacer caso a mi instinto y reafirmarme en que este E.P. de despedida no va a ser más que una nueva gira “Epitaph” de Judas Priest.
No sería además un final digno para una leyenda. No porque las 4 canciones originales que componen “The End” sean malas. El riff de “Season of the dead” es magistral. Ozzy, el hombre que no puede morir, está al máximo nivel. Y tanto “Cry all night”, “Take me home” como “Isolated man” son buenos temas al más puro estilo Sabbath. Pero los extras en vivo de su “penúltimo” CD “13” no tienen ni el sonido ni la relevancia que se supone para un último regalo de la banda a sus fans.
¿Apuestas?
Con todo respeto, creo que les quedan pocos veranos… Ojalá me equivoque. Un abrazo.
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Ya tengo tu apuesta. Veremos que pasa. La verdad es que no me gustaría verlos arrastrarse por los escenarios como a Rob Halford. Otro para ti.
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